La leyenda nos relata que el bergantín Aurora zarpó de la playa de Sitges cargado con barricas de exquisita malvasía. Su destino era Santiago de Cuba, donde los vinos espirituosos eran muy apreciados.
Nadie percibió que escondido en las bodegas del buque se encontraba un niño polizón: era el abuelo del pescador que contó esta aventura a nuestra narradora Anita.
Antes de llegar a su destino, se encontraron con el Terrible Huracán, que zarandeó violentamente su barco, deseando que el océano tragase las mercaderías y a los tripulantes hasta el profundo abismo.
El niño sobrevivió a la desgracia, y explicó a su nieto unos hechos muy sorprendentes.
La Fundación Aurora motivará a todos los profesionales que viven del mar y a los aficionados a los deportes náuticos, para que transmitan a niños y jóvenes los valores morales y la capacidad de sacrificio que siempre ha tenido la gente del mar.
Los jóvenes, sin excepción, aprenderán a hacer los nudos marineros y conocerán la estructura y principios tecnológicos que encierran los grandes veleros. A tal fin, buscaremos financiación para hacer una maqueta naval en sus escuelas.
Los más pequeños montarán la maqueta de un laúd, los niños de 9 a 11 años, la maqueta del bergantín goleta Aurora, y los mayores, la maqueta del Pamir, uno de los P-liners que fueron los reyes de los mares.